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miércoles, 8 de diciembre de 2010

00:00:01~Chapter 01

Aquella sensación...

Aquel olor...

Aquel sonido...

Todo me parecía tan frío... y dulce a la vez. Cuando abrí mis ojos por "primera" vez... todo era ya distinto.

El dolor se desvanece en un dulce aroma,
la vainilla tapa la herida
y el miedo la sella con un beso.

~Walking Diary + chapter 01: Rebirth~

Todo a su alrededor resultaba confuso, estaba desorientado y respiraba con dificultad. Notaba el aire frío chocando contra su piel y a su alrededor el tacto duro y áspero de algunos objetos, bajo su cuerpo el suelo estaba húmedo y era pastoso. Una gota cayó justo en mitad de su frente y le obligó a cerrar de golpe los ojos, volvió a intentar abrirlos del todo. Intentó tomar aire pero... era una sensación tan extraña, era como si no hubiese aire que respirar. Una sensación de vacío tan aplastante que se desesperó e intentó tomar una bocanada del puro oxígeno, fallando una vez más. Se sentía asfixiado y no podía gritar tanto como quería, al no respirar no corría el aire que produjese el sonido por sus cuerdas vocales. Se llevó las manos al cuello y recordó lo que minutos ¿o tal vez horas antes había ocurrido? Aquella bestia de cabello castaño se había colocado sobre él y había colocado las manos alrededor de su cuello cada vez más ajustado, apretando más y más fuerte, llevándose a cada segundo la tan preciada respiración del muchacho hasta que finalmente sucumbió ante los brazos de la muerte.

-No lo intentes chico, aquí ya no hay aire.

Dirigió la mirada al lugar de donde provenía aquella voz. Allí estaba, de pie con una sonrisa entre lasciva y misteriosa, un individuo la mar de extravagante. Vestía una túnica vaporosa algo desgastada y con la cual se cubría la cabeza y dejaba que unos finos cabellos blanco platino tapasen sus ojos, tenía unos pantalones de color negro que dejaban salir una cola de pantera que se movía de un lado a otro de forma juguetona. Consiguió levantarse lo suficiente como para sentarse en el suelo y contemplar mejor al individuo, pero al moverse le dolía todo a horrores y volvió a llevarse las manos al cuello al intentar respirar. El extraño sujeto se acercó a él y le propinó un fuerte golpe en la espalda que lo hizo toser bruscamente.

-No te esfuerces, acabas de nacer y aún tienes que aprender muchas cosas.

-¿Na...cer...?-preguntó el joven, aún desorientado y con voz ronca.-Pero...si tengo... 19 años...

-Si y no.-respondió el peliblanco.-Tienes y no los tienes a la vez, pequeño.

Aquel misterioso hombre le tendió una mano para ayudarle que no dudó en aceptar y lo condujo a través de la noche por unas callejuelas en las que había personas contadas, durmiendo en el frío suelo o sentadas al lado de una pequeña fogata. No parecían tener hogar y sus vestimentas no eran tan peculiares como las del albino pero si resultaban llamativas por lo viejas y desgastadas que estaban. Pasaron por delante de un edificio en el que dos niñas, una aparentaba unos 13 mientras que la otra a penas tendría 6, estaban abrazadas para no sucumbir al frío y los miraban de reojo al pasar. ¿De verdad había tanta miseria en aquella ciudad? No tardaron en llegar a su destino, una caseta abandonada y algo vieja, delante la cual un pequeño número de gente se agrupaba en torno a una hoguera. Ambos se sentaron junto a los demás pero manteniendo una cierta distancia dentro de lo posible, el muchacho se calentó las manos e hizo un intento de entrar en calor, ya que sus ropas seguían rotas y eran muy escotadas.

-¿Cuál es tu nombre, chiquillo abandonado?

-Takara...Less...-respondió el chico sin quitar la vista del fuego, sus ojos tirquesa claro eran más opacos y tenía la mirada perdida en las chispas.

-Less, ¿eh? Curioso nombre, encima muy joven con solo 19 años, que desperdicio de mundo.

Less ladeó la cabeza, no entendía las palabras de aquel individuo.

-Debería darte la bienvenida a Phantom City, la ciudad de los Caminantes Olvidados. Mi nombre, como ya está perdido en el olvido, no puedo decírtelo pero puedes llamarme Mr.Night como suelen decirme por aquí.

El pelinegro de ojos turquesa repitió las palabras "Phantom City" y "Caminantes Olvidados" en señal de que seguía sin entender. Le fue explicando poco a poco que aquella ciudad era la misma en la que había vivido desde siempre, solo que estaba habitada por otro tipo de gente. Todos lo que habitaban Phantom City se les conocía como Caminantes Olvidados porque no habían podido encontrar los fragmentos de su vida que necesitaban para convertirse en ángeles o en demonios y, por lo tanto, al ser incompletos su destino era deambular por la ciudad fantasma por toda la eternidad. Lo peor de todo, es que podían ser vistos por personas, ángeles o demonios, pero al cabo de un tiempo todo lo relacionado con ellos acaba siendo olvidado, incluso por aquellos seres que dejaron atrás en vida. Less se abrazó las piernas y escondió el rostro, empezó a llorar en silencio. Mr.Night lo miró y colocó una mano sobre su hombro para intentar animarlo como pudo pero sabía que todas sus antiguas esperanzas de tener lo que nunca tuvo se habían desvanecido.

-Aún no estás perdido, Takara-kun.-le intentó animar el vagabundo.-Mira tu reloj.

Miró el reloj que llevaba en su muñeca, viendo que no marcaba una hora normal sino que tenía una cuenta atrás que se acababa de iniciar hacía no mucho. Abrió los ojos boquiabierto, ¿qué significaba eso? ¿Le estarían dando otra oportunidad? Dentro de él se despertó otra vez la chispa de la esperanza, sus ilusiones volvían a brotar de su corazón como una fuente.

-Tienes tres meses para conseguir tres fragmentos que nunca has tenido en tu vida anterior, cuando el tiempo acabe y no lo hayas conseguido, yo mismo te arrastraré hasta Phantom City, pero si lo consigues... volverás a ser un humano como solías ser antes. Lo que debes conseguir es:
  • Lo que siempre deseaste y que nunca te dieron.
  • Aquello por lo que luchaste y siempre lo perdiste.
  • La razón por la cual tu sigues en el mundo.
Las palabras del misterioso Mr.Night sonaban como campanas celestiales para Less que, a pesar de no entender nada, lo miró con sorpresa y simplemente asintió. El albino sonrió y, con un su toque refinado, se tumbó en el suelo y empezó a mover la cola de un lado a otro. Less lo observó detenidamente, aguantándose la risa ya que le costaba emitir algunos sonidos. Miró al cielo con una amplia sonrisa, la imagen de alguien muy especial para él le vino a la memoria provocándole una sensación tan cálida en el pecho que fue capaz de vencer al frío del lugar. Apoyó la cabeza en las rodillas aún sonriendo y cerró los ojos, sin percatarse de que sus mejillas empezaban a teñirse de rojo y murmurando algo que nadie pudo oír. Cuando el vagabundo se levantó para decirle algo más él ya se había quedado profundamente dormido, le revolvió el pelo y rió levemente al pensar como podía dormir en semejante postura.

-Si es que se parecen y todo.

En ese mismo momento Deletier estornudó, preguntándose quien sería el que estuviera hablando de él en ese momento. Miró su reloj, eran las 2 de la mañana y no conseguía conciliar el sueño, quizás aquella noche no dormiría absolutamente nada como la anterior. Todo era por culpa de esa maldita pesadilla que lo atormentaba desde hacía ya tiempo atrás y de la que no podía escaparse de ninguna manera como si fuera una misión imposible. Se levantó de la cama y salió de su habitación, había alquilado un pequeño piso mientras estuviera en el mundo de los humanos, le gustaba bastante estar allí. Caminó por el pequeño pasillo hasta llegar a la pequeña cocina de paredes color gris azulado y sacar del frigorífico un bote de tamaño considerable de helado. Se sentó en la encimera de piedra negra y comenzó a devorarlo con una cucharilla mientras movía las piernas como un niño pataleando el agua mientras está sentado en la orilla de la piscina. Miró de nuevo su reloj, solo habían pasado 13 minutos desde que se había levantado, terminó el helado y lo tiró a la basura para volver a encaminarse hasta su habitación. Pero se equivocó de puerta en el pasillo, aún no se acostumbraba al lugar y menos a esas horas. Se metió tres o cuatro veces al baño y otras tres o cuatro veces se fue al salón y a la cocina, siempre andando en círculos. Acabó por descartar las tres primeras puertas y dirigirse a las otras dos, escogiendo primero la de la derecha.

Pero también se equivocó, había entrado en el cuarto para invitados donde descansaba ahora su amigo Kie que se había quedado dormido en el salón y había dejado que se quedara a dormir allí. Sin darse cuenta de ello, se metió en la cama y se tapó con las mantas como hacía normalmente. Sintió algo caliente a su lado y se giró, encontrándose a su compañero en ropa interior y profundamente dormido hecho un ovillo. Por poco pegó un chillido pero se tapó la boca para no despertarlo o sino estaría en problemas, seguramente se enfadase por colarse en su cama y encima encontrarlo de esa forma... ¿cómo rayos hizo? Él recordaba haberlo metido con ropa y todo y después taparlo, "se habrá desnudado dormido" pensó el peliblanco mientras daba un suspiro, sin percatarse de que le comenzaba a entrar sueño. Se dejó caer al dulce abrazo de Morfeo sin darse cuenta mientras rodeaba a su compañero con los brazos como a un peluche.

-¿¡Pero qué...!?

A la mañana siguiente, la cara de Kie se había teñido de un intenso color rojo al sentir la compañía intrusa tan cerca de él. Consiguió apartarlo a duras penas pero se puso aún más rojo al ver la perspectiva en la que el chico había quedado: la camiseta se había bajado dejando ver un hombro y parte de la clavícula del peliblanco y exponiendo su cremosa piel pálida que incitaba a ser mordida como una fruta madura, el pantalón y su ropa interior estaban ladeados de tal manera que si tiraban un poco de ellos fácilmente lo podrían desnudar y su rostro mostraba una expresión tan tierna ayudada por el pelo revuelto y rebelde que se colaba dándole un aspecto más deseable. Las mejillas sonrosadas destacaban tanto como los labios carnosos, arqueados ligeramente y entreabiertos para dejar entrar al aire. El pelinegro se sintió tentado a propinarle una colleja pero en el fondo no quería romper esa tierna imagen, ¡maldito conejo pervertido! "Es un pervertido hasta cuando duerme, ¡no tiene remedio!" pensó mientras sentía que le salía humo por las orejas. Le propinó un mordisco pero eso solo provocó que hiciera un sonido bastante tierno, poniendo más rojo al moreno si eso era posible. Deletier se levantó al fin tras un par de mordiscos más y aún así medio adormilado, miró a Kie un par de segundos y luego lo saludó con un "buenos días" con voz somnolienta y rascándose un ojo.

-¡NYAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!-exclamó el moreno ya tan rojo como un semáforo.

Le mordió tanto que el albino acabó peor que un queso Grullere, acababa de aprender una gran lección: no volvería a colarse en la cama de Kie sin permiso. Mientras tanto, Less también estaba despertándose de su sueño reparador. Se estiró y bostezó sin importarle si había alguien a su alrededor. Se percató de que la caseta estaba vacía y lo mismo ocurría fuera, era como si nadie hubiera estado allí nunca. Le pareció extraño sabiendo que era el único cobijo de los Caminates. Echó a andar por la ciudad abarrotada, la gente iba y venía con grandes bolsas o maletines, algunos chicos pasaban con sus mochilas al hombro y los niños se pegaban a sus madres mientras miraban a Less. Por lo visto ya no estaba en Phantom City... y la gente podía verle con ese atuendo tan vergonzoso...Su cara no tardó en enrojecer hasta casi echar humo, sintió como la sangre le subió rápidamente a las mejillas y seguía hasta las orejas. Tenía que hacer algo y rápido, no podía dejar que nadie lo viese así, como si fuera "una fulana barata que cobra poco por hacer cosas indebidas" o al menos eso es lo que siempre le decía Ume cada vez que se olvidaba de cambiarse. ¡Eso era! Iría hasta su viejo hogar a recoger algo de ropa mientras Ume estuviera fuera de casa y se marcharía antes de que lo viese. Corrió en dirección a la casa vieja donde vivía antes chocándose con un par de hombres de negocio y señoras encapotadas en capas y capas de maquillaje y en sus abrigos de piel que paseaban a sus mascotas. Cuando llegó allí en el fondo una sensación de nostalgia le recorrió el pecho, puede que en el fondo ese lugar lo considerase como su "hogar", pero la sensación se marchó tal y como vino al contemplar desde la ventana la triste realidad.

Tras el cristal estaba Ume y un chico de cabello anaranjado, casi rubio. Aquello para Less no significaba otra cosa más que lo había sustituido.

Destroy everything you already imprisons
fly to the light
and breaks the false freedom
to see us on your next sugar nightmare

3 comentarios:

  1. o-m-g uwu

    Precioso

    Sencillamente precioso >w<
    "Me.Night" es kawaii òwo
    Y me reí mucho con la escena de cuando Kie se despierta >w<
    kawaiikawaiikawaii >w<

    Espero que Less pueda conseguir su objetivo antes de que termine la cuenta atrás, y también que encuentre un seme adecuado òwo

    By~e ^w^

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  2. Ya me lei todos los capis XD!!!

    En Kurotenshi... se k Ume no deberia gustarme... pero es un personaje k ha llamado mi atención XDU... esta to loco XDDDDDDDDDDD su relacion chunga-sadica con Less y la violación sadomaso me gusto XDDDD aunk la escenita en k apalea al pobre Less me dio mucha pena... pero aun asi me gusta la “relacion tormentosa” de estos dos

    Dios mio XD!!! si es verdad k Ume nacio el 1 de abril nacio el mismo dia k yo XD!!! (es el destino *3* XDDDDDD)

    Juos juos -7- la figura k esta detrás de Nir en su presentacion esta gozando ¬//7//¬ (malpense por culpa de vir, k dijo k malpenso y me hizo ver la ima con otros ojos XDDDDDDDDDU!!)

    Y en 00:00:01... puff, si yo fuera Less estaria super estresada, con esa cuenta atrás y sin tener ni puñetera idea de cómo conseguir los tres requisitos D:

    Es la primera vez k tengo noticia de k alguien se despelota solo mientras duerme X''DDDDDDDD!! Y Dele... me parece super tierno Q//3//Q XDDD!!

    Esta interesante el fic, y le estoy empezando a coger cariño a Less (y a Ume tambn aunk sea un cabron XDU)

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  3. Less-kun es super kawaii.

    Pervy:: Si se viene conmigo cumplirá los 3 requisitos (?)

    Racy:: *golpea a Pervy con el libro y se la lleva a arrastras* A callar :___:

    Digo lo mismo que Cris-nee-sama, si estuviese en la misma situación que Less también me estresaría (y un montón xD).

    La escena donde se mete en la cama del otro me hizo mucha gracia. Dele es un henta-usagi xDD

    Sigue con el fic nee-chan.

    Mister Night mola òwo

    Saludos =D

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