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domingo, 9 de enero de 2011

00:00:01~Chapter 03

La desesperación nos absorbe por completo, nos atrae y nos devora para dar paso al miedo o a la locura. Una falsa felicidad es parecida.

Te atrapa, juega contigo y luego te deja un sabor amargo en la boca, un resto intragable de dolor y frustración. Creer que es cierta tras recibir su trapera puñalada solo trae más veneno por clavarte más a fondo el puñal. Todos los recuerdos que tengo de alguien quiero guardarlos junto a mí y rezar para que no sea la falsa felicidad que llevo a la espalda desde que puse los pies en este mundo. Vendaré tus ojos para que no veas este triste mundo y no se rompa tu corazón antes de tiempo, para asegurar el tiempo que estemos juntos sea eterno y la felicidad nunca llegue a ser mentira.

Rojo y dulce se tiñe,
de sueños se teje
y de esperanzas frágil se vuelve,
eso es amor.


~Letdown Diary + Chapter 03: Friends~

Ya había llegado a la dirección que ponía en el llavero, al principio no se lo creía pero a medida que se acercaba era tan posible como imposible había sido. Llegó hasta un bloque de pisos y se vio completamente solo ante una puerta con el número que indicaba la llave, se preguntó si debería abrir la puerta o tal vez no. Igual allí vivía otra persona o habían robado la llave... Sacudió la cabeza y se armó de valor para introducir el objeto metálico, darle la vuelta y tirar del pomo. Dentro se encontró con un piso muy bien amueblado, con suelo de madera en el pasillo y una mesa donde colocar las llaves, hecha con madera oscura y robusta. Encima se encontraba pegado a la pared un gran espejo cuadrado con bordes de metal de color miel, se miró por un momento y no pudo más que soltar un sonoro "huh" al ver su reflejo, tenía un aspecto horrible. Prefirió no seguir mirándose en el espejo o acabaría haciendo que se rompiera en mil y un trozos. Siguió caminando por el pasillo pasando por delante de un par de puertas cerradas y de una escalera, que seguramente llevase al segundo piso -¿seguramente? Era demasiado obvio, gran razonamiento Less- pero prefirió mirar antes en el salón que se veía al final y ver si había alguien en casa.

La estancia era bastante amplia y estaba muy bien iluminada por un enorme ventanal cubierto por unas cortinas blancas que en ese momento estaban cerrados, delante de él y justo en el centro de la estancia descansaban sobre una alfombra de colores oscuros y apagados un par de sofás de diseño moderno de color blanco perla y una mesita de café de cristal con unos mandos por encima y un cenicero. Delante, pegado a la pared, había un mueble de madera con estanterías de cristal llenas de libros con alguna que otra bola de nieve a modo de adorno y justo en el centro, una televisión bastante grande de color negro. En una esquina de la habitación estaban la cocina y el comedor, que simplemente consistía en una encimera con un par de sillas para sentarse y comer allí. Sus ojos relucieron de estupefacción ante lo bien acomodado que estaba el lugar, echando una segunda ojeada descubrió que encima de la mesita de café había un sobre con su nombre escrito en el reverso. Se acercó y lo abrió, dentro había escrito una carta con una caligrafía refinada y limpia, como si alguien se tomase con sumo cuidado el escribirla y presentarla de forma que resultara agradable a la vista.

"Less onii-chan:

Espero que te guste tu nueva casa, como mi trabajo de Mirage es cuidar y complacer a mi correspondiente humano, he pensado que esto te haría falta. Si hay algo que no te guste de la decoración puedes decírmelo, no soy bueno con esas cosas~jejeje. No hay comida ni ropa, por lo que tendrás que comprarla tú pero para eso ya te di el dinero en el otro sobre, si necesitas algo más solo tienes que buscar en el armario. Nos veremos luego, a la noche, ahora tengo que resolver un par de asuntos. ¡Ah! Ni se te ocurra tocar en los botones de los fusibles si no sabes nada y ni se te ocurra estar hasta muy tarde en la calle, no traigas visitas fuera de tono...

Ánimo y esfuérzate en encontrar los fragmentos.

Nir Vanna
"

Vale, aquello de los fusibles era demasiado obvio... pero lo de las visitas... ¡¿Para qué narices iba a querer él traer visitas fuera de tono?! Ya era adulto, podía traer las visitas que quisiera y además no tenían porqué ser de ese calibre... definitivamente, le vieron cara de pervertido o adicto al sadomaso. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos de su cabeza y volvió a encaminarse hacia la entrada, tenía que ponerse las pilas y comprar todo lo que le hacía falta. Cogió las llaves y cerró la puerta tras de sí, poniéndose en marcha hacia el centro comercial.

Mientras tanto, en casa de Deletier las cosas iban bastante mal. Con la visita de su hermano no fue capaz de ordenar todo el caos en el que se había convertido todo y por encima no le quedaba dinero para comprarse una cena digna de un ser humano normal y corriente... otra vez se conformaría con unos fideos instantáneos con sabor a ternera. Aún con el delantal y el pañuelo puestos, se sentó en el sofá de su piso a ver de que era lo que quería hablar su hermano.

-¿Qué ocurre Edelier? No sueles venir así, de forma tan repentina, encima con Anastasia.

Era cierto, había venido acompañado de la niña y por culpa de eso tenían que tener las persianas bajadas, a esta parecía molestarle la luz y mucho. Se encontraba sentada en el suelo, justo al lado del albino con ojos turquesas, y miraba a Deletier con ojos vacíos y sin expresión alguna en el rostro.

-Últimamente están ocurriendo cosas muy extrañas... primero los doppelgängers y el secuestro de Marai, luego el hecho de que Ume haya querido deshacerse de Less de pronto y este se haya convertido en un Caminante Olvidado y finalmente... la intervención de Neolix en todo esto.

Los ojos violetas del peliblanco se abrieron como platos al mencionar ese nombre.

-¿Cómo sabes que ella está metida en esto?-Preguntó con gran nerviosismo.

-Anastasia y yo la vimos hablando con Ume hace un par de días, planean algo y muy grande.-Respondió con el rostro sombrío, Anastasia también tenía una expresión siniestra.-Él me pidió que vigilara a ese cabrón de Ume por si acaso interfería en la misión de Less, pero no pensé que eso pudiera llegar hasta aquí. Quizás ya desistió con el experimento de los doppelgängers y pretenda usar la sangre de mestizo junto con Neolix para algo.

-Pero... los mestizos no sirven de mucho si lo que quieres es tener a tus propios ángeles como ejército... son estériles ¿no?

-¿Por que son estériles?-preguntó la pequeña, mirando a Edelier.

-Porque los cielos los maldijeron por mezclarse con criaturas mortales, condenándolos a vivir pegados a la tierra sin descendencia para que su estirpe no se expandiese hasta destruir a los humanos.-Explicó el peliblanco con un tono amargo en la voz.-Pero aún así, sigo pensando que él no es un mestizo normal, tiene un aroma distinto. Puede que pretendan crear doppelgängers con la sangre de Less... pero es improbable.

-Solo espero que Neolix no le haga daño a onii-chan...

Sin poder evitarlo, Less estornudó. Alguien debía estar hablando de él en aquel momento...

Cerró los ojos y se rascó la nariz, tal vez solo fuera alergia al polen o algo por el estilo... Había conseguido comprar algo de ropa decente y ponérsela, por fin pudo tirar a la basura aquellos andrajos que cargaba a cuestas desde el día anterior. También había comprado comida suficiente para subsistir una semana, ya después haría una compra decente cuando tuviera más ganas. Ahora lo único que le apetecía era meterse bajo la ducha y dejar allí todos los males que cargaba a su espalda. A pesar de seguir con los ojos cerrados el joven seguía su camino, sin mirar a quien tenía delante. Sintió como chocaba contra alguien o con algo blandito y calentito, abrió los ojos y alzó la vista para protestar pero solo llegó a abrir la boca.

-Volvemos a vernos en el mismo día.

-Parece que me persigues, Sairon-kun.-Dijo hinchando los mofletes el moreno.-¿Qué haces aquí?

En efecto, allí estaba ante él el chico rubio con un par de bolsas en mano y una gominola con forma de botella de coca-cola en la boca a medio comer. Terminó de morderla y tragó para responderle.

-Vine a hacer un par de compras antes de que empezara a llover, veo que tú has hecho lo mismo.

-Uhm si... más o menos, jejeje.

Apartó la vista del rubio con nerviosismo, el contenido de su compra era más de lo "estrictamente necesario para subsistir una semana" y pasaba a ser algo más personal. Sin embargo, algo hizo que su corazón latiese más rápidamente y sus ojos se abrieran dando lugar a una expresión de pánico, allí a pocos metros separándolos y con aire despreocupado se encontraba aquel que tantos años le había hecho sufrir como si no pasara nada y que podría estropear lo que el chico acababa de lograr después de años deseándolo. Su libertad podría verse completamente arrebatada si los ojos violetas de Ume se posaban en él en aquel momento. Se sintió como un animal acorralado, pequeñas gotas de sudor frío resbalaban por su frente y sus ojos daban mil vueltas buscando una salida para huir; con todo esto empezó a marearse y a hiperventilar, haciendo que el otro se diera cuenta de ello y que por mucho que le preguntase que ocurría Less no le respondía.

-Less, ¿qué te ocurre?-le preguntó Sairon con la preocupación reflejada en el rostro.

-Tengo... tengo que irme... -murmuró Less sin dejar de mover la cabeza para encontrar una salida.-Quiero... irme a casa... tengo que irme...

Agarró la mano del rubio y salió corriendo por el lado opuesto a donde estaba el objeto del miedo de Less, tenía que dejarlo atrás, escapar como fuese... A pesar de que le llamaban la atención, él era incapaz de oír nada más, ni siquiera percibió como empezaba a llover y se empapaba en cuestión de segundos, no fue capaz de notar como le clavaba las uñas al pobre Sairon que había sido "secuestrado" sin saber como. Aquello era una carrera contra la nada, todo estaba difuso y no sabía ni por donde iba, solamente le importaba alejarse de la presencia de aquella bestia. Paró al llegar a la parte trasera de unos edificios, un pequeño callejón poblado únicamente por cubos de basura y cajas amontonadas de los comercios, tomó largas bocanadas de aire en busca del oxígeno necesario para tranquilizarse pero cuanto más tomaba más necesitaba y parecía que el propio aire taponase su garganta, volvía a sentir esa horrible sensación de asfixia... Las rodillas le fallaron y cayó al suelo apoyándose con las manos para no ir de narices, siguió intentando respirar a pesar de que era inútil y se llevó las manos al cuello, tosiendo a cada segundo. Sairon se acercó a él, más preocupado que antes.

-¡Less! ¡¿Qué te ocurre?!

-Él... estaba ahí... estaba ahí...yo...solo... lo siento...-murmuraba entrecortadamente casi al borde de saltarle las lágrimas.-No debí... tú no... yo... lo siento.... lo siento...

-Cálmate por favor... y cuéntamelo todo.

No pudo responder, antes de pensar cualquier palabra para formar la frase de respuesta ya había posado la cabeza sobre el hombro del rubio y había perdido la consciencia.

"Huele a... ¿fresas con nata?"

Abrió los ojos lentamente, los párpados le pesaban y sentía demasiado calor como para querer levantarse, se podría decir que en el fondo estaba a gusto. Veía borroso y sentía algo cálido contra su cuerpo que se movía, a medida que todo se aclaraba la figura que estaba junto a él fue tomando la forma de Sairon y que este seguramente lo habría llevado a su casa cargado. Iba a incorporarse pero el rubio no le dejó y cuando iba a protestar este le puso el dedo índice en los labios en señal de que no hablara.

-Necesitas descansar, te desmayaste en el callejón y tuve que traerte a tu casa porque la mía quedaba demasiado lejos y como que... pesas.

-No tenías porque traerme hasta aquí... además, ¿cómo sabes donde vivo?-preguntó Less mientras se llevaba la mano a la cabeza, le dolía un poco.

-Por la dirección de tu llave, supuse que era tu casa y por lo visto acerté.-Le respondió el otro haciendo una larga pausa para al fin preguntar lo inevitable.-¿Por que saliste corriendo?

Se quedó callado y apartó la mirada, otra vez sentía un horrible dolor en el pecho a causa del temor que le causaba revivir la imagen de Ume en su cabeza; se abrazó a si mismo y habló con el pelo tapándole los ojos y un tono triste en la voz:

-Vi a una persona que me hizo muchísimo daño... y me daba miedo de que si me viera me volviera a tocar... no quiero volver a sentir esas sucias manos sobre mí de nuevo... ni estar solo otra vez...

Le agarró el brazo y tiró de él casi de forma suplicante, sin decir ni una sola palabra y apoyando la frente en él. El rubio le revolvió el pelo y lo atrajo hasta sí en un cálido abrazo.

-Me quedaré un poco más.

-¿Por que me abrazas? ¿Por que te quedas? Yo...pero... si casi no me conoces... solo sería una molestia.

-No es molestia alguna, además, ahora somos amigos, ¿no?-le dijo con una amplia sonrisa.

Less abrió los ojos como platos de pura sorpresa, nadie le había considerado un amigo y menos en un tiempo tan corto. Por una vez en su vida se sintió verdaderamente feliz, aunque lo que él notó era un cosquilleo y calor que subía desde su pecho y que envolvía todo su ser. Por primera vez la sonrisa de su rostro no era melancólica y las lágrimas se le escapaban de pura felicidad. Sin saberlo, acababa de obtener uno de sus fragmentos perdidos.

Destroy everything you already imprisons
fly to the light
and breaks the false freedom
to see us on your next sugar nightmare

2 comentarios:

  1. Kawai kawai kawai kawai y mas KAWAI *-*
    Adoro a Less, adoro a Sairon, adoro a Dele... ¡adoro a todos! XD
    Me a encantado el capi~ *-*
    El final es bonito y que bien que Less consiguiese ya su primer fragmento ^^
    Si esque Sai-kun es la solucion a los problemas (?) XD

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  2. Mola el capítulo owo
    A Ume le espera la más dolorosa de las muertes *sacando motosierra* 8D
    Nadie martiriza a Lessito ò3ó

    Que bien que Less consiguiese su primer fragmento, ahora a por el siguiente. Hazte con todos Pokemon (?) xDDDDDDD

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